La adicción al petróleo
El petróleo ha sido el motor de las economías en durante 150 años, sin embargo, como cualquier recurso no renovable, es limitado y su consumo ya llegó al límite máximo en 2005. En ese momento, la producción mundial alcanzó cerca de 74.3 millones de barriles por día (mb/d), y el total de combustibles líquidos, incluyendo las arenas de alquitrán, gas licuado y biocombustibles, alcanzaron 85 mb/d. Desde entonces, la producción de crudo ha permanecido cerca de 85.5 mb/d.
Debido que las economías de todo el mundo quieren crecer y el petróleo es el principal motor de este crecimiento, la demanda de este combustible sigue en aumento.
Desde hace décadas casi todo lo hemos obtenido del petróleo: energía para transportar a bienes y personas, materia prima para producir alimentos o productos que usamos en nuestra vida diaria. Peor aún, parte del petróleo que se extrae se pierde en procesos ineficientes, para mantener el propio sistema de transformación energética. El caso más patético es el automóvil porque sólo se aprovecha 10 por ciento la gasolina necesaria para moverlo y el 90 por ciento restante se queda en la cadena de transformación. Un automóvil parado en un embotellamiento, es un dispositivo en donde gastamos un recurso energético acumulado por millones de años, lo transformamos en CO2 y lo regresamos a la atmósfera. Es irracional.
Los recursos petroleros almacenados en el subsuelo seguramente todavía son importantes, pero ahora, extraerlos tiene un costo muy elevado, sobre todo si se trata de la extracción de hidrocarburos desde aguas profundas, donde el riesgo aumenta, así como la incertidumbre sobre la existencia de yacimientos productivos. Los ejemplos más claros y cercanos los tenemos en el Golfo de México, donde durante años Petróleos Mexicanos ha explotado aguas someras, actividad que ha dejado cientos de derrames que afectan a comunidades cercanas, sobre todo pesqueras y que contaminan los ecosistemas.
Ha llegado el momento de cambiar el paradigma de cómo movemos al mundo... Por ello, debemos decir ¡Alto al petróleo!
México y el falso tesorito petrolero
Pese al optimismo de los documentos oficiales, México rebasó su cenit de petróleo en 2004 y la tasa de declinación anual en la producción de crudo hasta el 2009 fue de 5.12 por ciento; los principales yacimientos del país han presentado desplomes, particularmente en Chicontepec, un campo petrolero localizado en el estado de Veracruz y cubre una extensión de 3800 km², que no ha podido superar el rango de los 30 mil barriles por día y que tendrá que aportar la mayor parte de la producción futura. De hecho, el pasado 24 de agosto, Pemex anunció que Chicontepec producirá 60 por ciento menos a lo previsto en 2008.
Actualmente, para llevar a cabo actividades de exploración petrolera, México se divide en cuatro regiones geográficas: Marina Noreste, Marina Suroeste, Norte y Sur. Actualmente Pemex Exploración y Producción (PEP), cuenta con 231 plataformas marinas de exploración y/o producción, 4,658 km de oleoductos y en promedio 6,890 pozos en explotación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario