viernes, 18 de febrero de 2011

Sección - PRODUCCIÓN DE MEDIOS

 LA NUEVA GENERACIÓN VERDE DE HOLLYWOOD



Son guapos, famosos y son los más deseados, actores y actrices, forman parte de la nueva generación de Hollywood, que también se preocupan por el medio ambiente.
Estos jóvenes talentosos han mostrado una preocupación en cuanto al cuidado de la naturaleza y han dado a conocer diferentes maneras de mejorar la calidad del ambiente teniendo una gran influencia en las personas que los admiran.
Un ejemplo claro es Orlando Bloom, con su coche hibrido y su casa londinense donde la electricidad la generan paneles solares. Actualmente se encuentra colaborando con Global Green Usa y muestra públicamente su preocupación por el cambio climático.
Miley Cyrus, quien le da vida al personaje de Hannah Montana, es sin duda una celebridad más influyente en los jóvenes, ha cambiado su porsche por un hibrido, se ha convertido en vegetariana y su canción sobre el calentamiento global de su último álbum, le ha otorgado el reconocimiento de People for the Ethical Treatment of Animals (PETA).
Jessica Alba, tiene una biocasa libre de pinturas toxicas, con muebles y accesorios sostenibles y piscina de agua salada en vez de cloro.
Emma Watson aclara que “no puede no ser verde” y lo demuestra día a día. Tiene coche eléctrico, no toma agua embotellada y recicla.
En la lista también destacan Selena Gómez estrella de Disney Channel, Mos Def que mediante su música y espectáculos se implica activamente en la ecología, Kristen Bell declarada la vegetariana más sexy, es gran protectora de la vida animal, Natalie Portman ha participado en numerosos documentales ambientalistas y es propietaria de su propia marca de calzado vegano.
Son las pequeñas estrellas hollywoodienses que siguen los pasos de veteranos actores, como lo son Brad Pitt, Julia Roberts, Cameron Díaz, Leonardo DiCaprio, actores que han mostrado su incondicional apoyo e implicación en la sostenibilidad.



                                                                                                               POR: IVETH MACÍAS

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